Motril, 1985. Tony Lorenzo es un fotógrafo que se mueve entre la fotografía narrativa y la poesía visual. Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Granada y graduado en el Ciclo Superior de Fotografía por la escuela San Telmo de Málaga.
Tras terminar sus estudios, se muda a Oxford, en Reino Unido, donde reside actualmente. Desde 2012, participa y colabora en talleres de fotografía en el Museo de Arte Contemporáneo de Oxford, donde investiga el archivo fotográfico como herramienta para la reproducción de nuevos proyectos.
Las dos raíces fotográficas que investiga en la actualidad son la conservación y el uso del archivo fotográfico y el desarrollo de proyectos personales donde utiliza el lenguaje narrativo visual y la poesía.
Cuando mi madre murió, entre todas las cosas que me dejó habían varios libros de poesía, entre ellos uno de Antonio Machado que tenía una página marcada, en ella un poema, El Viajero, este habla de un familiar que marcha y que tras volver al sitio del que se fué vuelve siendo otra persona, este poema es la columna vertebral de este diario.
Esta en la sala familiar, sombría,
Y entre nosotros, el querido hermano
que en el sueño infantil de un claro dia
Vimos partir hacia un país lejano.
El viajero es la construcción de una memoria olvidada, una etapa que comienza en la infancia y que termina tras la partida del lugar de nacimiento; tras la muerte de todos los familiares cercanos y que rodean la infancia intento recordar y a modo de diario hilando todos los recuerdos que se mantienen en el imaginario de ese recuerdo que no existe y del que nadie puede dar testimonio.
En esta no solo se habla de lugares y situaciones sino también de distintas etapas de mi infancia y adolescencia, para esta, utilizo personas que forman parte de la familia elegida, esa familia que se ha ido construyendo desde la partida del hogar.
El Viajero es un diario en el se analiza el concepto del paso del tiempo y las conexiones en mi memoria a partir de las relaciones personales/familiares, partiendo del concepto de un recuerdo olvidado y avanzando hacia un presente en el que nos situamos como visitantes.