Me interesa la fotografía como un lugar de pensamiento, desde el que apelar a emociones y vivencias que nacen de lo personal y se amplifican y expresan hacia lo universal a través de un lenguaje poético. La mujer es siempre la protagonista y la guía de todas mis obras, desde la autorreferencialidad performática la fotografía me sirve como documento vital y simbólico.
Toda mi obra la concibo como un gran proyecto extendido en el tiempo. A través de lo simbólico ahondo en aspectos que conectan nuestro cuerpo con lo emocional y espiritual. Donde lo bello y lo siniestro están en equilibrio, donde lo místico y lo terrenal se encuentran en un lugar liminal que es el que me interesa investigar y desde el que quiero reflexionar.
Los estados del alma, las transformaciones del cuerpo, las identidades desplazadas devastadas y transformadas por los deseos, los miedos, el dolor, todo esto unido a la poética del paisaje, la conexión con la naturaleza indómita en la que vivimos y los lugares interiores, personales y familiares que se ven trastocados, son algunas de las líneas de pensamiento que se presentan en mis obras. Actualmente, estoy trabajando desde la experiencia transformadora de la maternidad que es, a su vez, un homenaje a la mujer creadora, a la Eva primigenia y a la madre arquetípica.